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RINCON REFLEXIVO


Por María Cristina Diaz

AGOSTO Solo el que vive bien los agostos, es merecedor de la primavera. Lo recuerdo bien. Fue cuando Julio se fue,que el viento helado e insulso, que arrastraba todavía las hojas abandonadas por el oroño, me dijo algunas verdades. Me convenció de que el cielo empezaría a metamorfosearrse de rojo. Que el polvillo que levanta el viento enseña que las cosas no siempre permanecen en el mismo lugar y que, al final, hay que entender que sólo se asienta cuando los remolinos se van. Fue cuando Julio se fué que mi soledad me invitó a una conversación conmigo mismo. Y me habló de tiempo de esperas. Y me dijo que el ruido de los árboles tenía algo para decir sobre la aceptación. Y yo me quedé pensando, cómo es que ellos, los árboles, aceptan las estaciones al punto que, si los estremecen, también le florercen los brotes. Pero todo a su tiempo. Fue en Agosto que descubrí que los perros locos son los gritos que no largamos al viento. Son los estremecimientos particulares que nuestra rigidez de certezas ni nos permite encarar. El mes de agosto tiene mucho para enseñar. Porque Agosto es el mes Jardinero. Es dentro de él cuna del invierno,donde las semillas duermen. Aguardan su tiempo de brotar. Agosto es guardador de buenas nuevas, preparador de flores. Agosto es cuando Dios permite a la naturaleza traducir visiblemente el tiempo en las mutaciones. Mute, dice Agosto en su mensaje a las semillas. Acepte, dice Agosto como el viento frío levanta el polvillo y enrojece el cielo. Comparta, dice Agosto, abrigos, sopas calentitas, chocolate, abrazos apretados -ellos también abrigan el alma y anidan el cuerpo. Distribuya sus afectos. El invierno es acogimiento, es tiempo de preparar Septiembre. Y, de Septiembre, ya sabemos que esperar... la explosión de colores que en sus más variados nombres vienen en forma de flores. Apreciemos agosto, lo recibamos con el feliz espanto de quien desafía los vientos. Que desarregle y esparza las hojas, que levante los polvillos al aire. Acepte las esperas, pero vaya colocando las macetas en la ventana. Sólo quien vive bien los agostos es merecedor de la primavera. Myrian Lucy Rezende. - Escritora. Educadora Infantil "Aqui nos habla de manera similar a las estaciones sobre los desafíos de nuestros largos períodos de dificultades, dolor, pérdida, desesperanza, pero también la necesidad de confiar en que todo pasa. que la espera optimista y perseverante germinará nuevos modelos de felicidad si podemos sembrar."  


 
 
 

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