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MARY ANDERSON Y UNO DE LOS INVENTOS MUY IMPORTANTES


Por María Cristina Díaz.

Columnista de El Tranvia.

Mary Anderson, nació en 1866 en una granja en Alabama, al sur de los Estados Unidos. Toda esa zona estaba bastante deteriorada por la Guerra Civil, que acababa de terminar. En 1889 , ya fallecido su padre, se traslada con su madre y hermanas a Birmingham dedicandose ellas a la ganadería, viticultura y a la promoción inmobiliaria , su rutina consistía en viajes constantes entre California, Birmingham y Alabama. En uno de sus viajes, en tranvía, a Nueva York observó la incomodidad y pérdida de tiempo que suponía el hecho de que el conductor tuviera que detener el vehículo, bajar y limpiar el parabrisas de lluvia o nieve. Es así que realizó uno de los inventos más importantes en relación con la seguridad vial: el limpiaparabrisas. Este objeto facilitó la vida a miles de conductores de trenes, tranvías y coches. El sistema del limpiaparabrisas de Mary Anderson fue el elegido por los fabricantes por ser el más eficaz, sencillo y elegante. El mecanismo consistía en una palanca que se manejaba manualmente desde dentro del vehículo, se movía el resorte del brazo hacia atrás y hacia adelante con un contrapeso que aseguraba el contacto entre la escobilla y el cristal. Tras realizar su recorrido por la ventana, un resorte devolvía automáticamente el brazo a su posición inicial. De esta manera se eliminaban los copos de nieve, las gotas de agua, las piedras u otras sustancias como barro y partículas de polvo sin verse afectada la visión del piloto o de los pasajeros. Cuando era necesario, el limpiaparabrisas se podía desmontar del cristal. El momento histórico no la ayudó. Al tratarse de una mujer, el invento fue causa de burlas, chistes de mal gusto e incluso hubo quien lo criticó diciendo que podía ser causa de distracción para los conductores. No obstante, patentó su modelo en 1903, con vigencia hasta 1920. Al poco tiempo, marcas como Ford comenzaron a incorporarlos a sus coches y poco a poco se convirtió en un elemento indispensable. El legendario coche Ford T no se hizo famoso en el año 1908 solamente por sus bajos costos de producción y su elegante diseño, sino también por ofrecer entre sus accesorios opcionales un pequeño artefacto que mantuviera los vidrios frontales limpios a pesar de las condiciones climáticas: el limpiaparabrisas. Sin embargo, aunque registró la patente no recibió dinero de los fabricantes. A partir de 1913 todos los vehículos de uso particular poseían limpiadores de parabrisas mecánicos, rediseñados por los propios fabricantes tomando como base la patente de Mary Anderson. Mary no intentó en ningún momento de su vida realizar denuncias legales por su invención, ni tampoco insistió en ganar dinero por su éxito después de haber intentado venderla la primera vez, por lo que se retiró a Birmingham dedicándose a sus otras actividades y siguió su vida hasta morir en el año 1953. A pesar de que Mary no gozó de beneficios debido a su maravilloso invento, finalmente su historia se dio a conocer y, en la actualidad, la creación del limpiaparabrisas está completamente conectada a su nombre. De esa manera, el mérito de la creación de este producto finalmente le pertenece por completo. Ahora para mayor curiosidad, uno de los primeros limpiaparabrisas eléctricos fue inventado por otra mujer, Charlotte Bridgwood, canadiense, que lo registró en 1917. 


 
 
 

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